Sin(fin) de bifurcaciones veintiañeras.
Aquí estoy, aquí volví te había dejado dormida querida confidente parecía ayer cuando perdida me senté en tu orilla abrazando(me) la inmensidad esa que nosotras dos conocemos y que nos hace falta pero no importa allí al fin estaba como dos gotas media naranja me mirabas tan cerquita de la otra y los pies me faltaban para sambullirme en tu espuma y que nuestras profundidades se fundan Y es que eres lo mejor para mí tan fácil es amarte que si me voy yo sé que también irías a buscarme y hacerme un lugar a tu lado en nuestra cama arrugando tus ojos, trayéndome de vuelta con tu risa Oh, querida confidente no lo sabes pero necesitaba verte y decirte que eres la alegre melancolía en mi corazón golpeado la canción que me mueve lejos de este profundo e inquietante vacío la luz brillante que espero entre por mi ventana cada día el abrazo fuerte que supo encontrarme en el momento más difícil Y la recompensa al final de estos veinte años tan fríos pero lo más importante: eres simp